Toda la verdad sobre la ESCLEROTERAPIA

¡Bienvenido/a a este artículo con información exhaustiva y en profundidad sobre el tratamiento de arañas vasculares mediante ESCLEROTERAPIA. Si estás aquí, es que eres de las personas a quienes les gusta estar bien informadas antes de llevar a cabo un tratamiento.

En este artículo vamos a tratar en profundidad la ESCLEROTERAPIA PARA ARAÑAS VASCULARES. La escleroterapia es un tratamiento que también se puede emplear para tratar otros problemas (varices, malformaciones vasculares, úlceras venosas, etc), pero eso queda fuera del propósito de este artículo. Aquí vas a encontrar la información específica exclusivamente para tratar las arañas vasculares mediante escleroterapia.

¿QUÉ SON LAS ARAÑAS VASCULARES?

De forma muy sencilla, las arañas vasculares son capilares de la piel que se han dilatado hasta volverse visibles.

Podemos imaginarnos la piel como un gigantesco radiador compuesto por millones de capilares microscópicos, interconectados entre sí en una gran red. De esos millones de capilares, unos pocos se han dilatado hasta que su tamaño hace que se vuelvan visibles, y eso es lo que son las arañas vasculares.

Las arañas vasculares son un motivo de consulta médica muy frecuente y al que se asocian con frecuencia muchas ideas erróneas. Se trata de pequeños vasos sanguíneos que vemos en la piel, pueden tener muchas formas y distintas longitudes, presentarse aislados o en grupos (de ahí su nombre, por la forma en “tela de araña” de algunos de estos grupos, otros se presentan en forma de árbol) pero siempre de un diámetro inferior a 2 milímetros.

Aparecen como consecuencia de la dilatación de los capilares de dentro de la piel (ojo, NO de las venas del Sistema Venoso Superficial, que se encuentran debajo de la piel), por eso son tan finos.

¿Por qué se producen?

La realidad es que se conoce poco de este tema. Se ha escrito mucho sobre el asunto pero la mayor parte de las afirmaciones no tienen fundamento, y no disponemos de evidencias científicas claras para la mayor parte de lo que se les atribuye. Con todo, parecen ser ciertas un par de circunstancias, y por lo menos un par más parecen bastante lógicas o probables:

  • Factor genético: aunque no está demostrado ni identificado todavía en los estudios genéticos, parece claro que existe un factor que predispone a la fragilidad capilar (vamos a llamarlo así aunque tal vez no sea muy ortodoxo). Con este término me quiero referir a que la pared de algunos de los pequeños capilares microscópicos parece ser algo más débil de lo normal, y de esta manera son más propensos a dilatarse y por lo tanto a hacerse visibles. Este factor con frecuencia se ve asociado a otras características como el tener la piel fina (aunque no siempre) o la aparición de pequeños hematomas o cardenales ante golpes poco intensos, o incluso espontáneamente. Al ser una característica genética, con la que el individuo ha nacido, no podemos hacer nada para cambiarla (al menos hoy por hoy). ¡OJO!: Genético no necesariamente significa Hereditario. Genético significa que la persona ha nacido con esa característica, pero no todas las características genéticas se heredan.
  • Factor hormonal: las hormonas femeninas actúan sobre la pared de estos capilares en la persona que ya tiene el factor genético predisponente y los dilatan. Ésta es la justificación de por qué las mujeres suelen presentar arañas vasculares con mayor frecuencia que los hombres. También explica el hecho de que durante los embarazos pueden aparecer muchas más (el embarazo es una verdadera “bomba” hormonal) y el consumo de anticonceptivos orales u otros tratamientos hormonales las hacen aparecer con mayor frecuencia en las personas con la predisposición genética. Otras hormonas como los esteroides (especialmente los corticoides o corticosteroides) también pueden estar implicadas.
  • Factor sobrepeso: el aumento en la cantidad de grasa en los miembros inferiores puede hacer que los tejidos de debajo de la piel sean más laxos, menos resistentes, y eso favorezca la dilatación de estos capilares.
  • Factor edad: como es lógico y ocurre en la mayoría de los tejidos y órganos de nuestro cuerpo, la piel también se va volviendo más frágil con la edad, por lo que es probable que sus capilares también.

Aunque en multitud de sitios se les atribuye relación con las varices esto en general no es cierto: muchas personas afectas de varices no padecen arañas vasculares y viceversa. Lo que sí es importante es llevar a cabo un correcto diagnóstico mediante ECO-Doppler antes de realizar cualquier tipo de tratamiento porque, en los casos en los que pueda coincidir que la persona, además de arañas vasculares, también tenga insuficiencia venosa o varices (sean éstas visibles o no), el realizar un tratamiento de las arañas podría conducir a ser ineficaz, con más probabilidad de efectos adversos, o incluso peligroso (según el caso), si no se tratan las varices con anterioridad.

¿Qué tipos de arañas vasculares hay?

Desde un punto de vista práctico vamos a diferenciarlas en dos tipos:

  • Las más gruesas (ojo, siempre hablamos dentro de un diámetro menor de 2 mm), que suelen aparecer de un color azulado-verdoso, a las que se les llama varículas.
  • Las más finas, del grosor de un cabello y de color rojo vinoso, cuyo término médico es telangiectasias.

A veces aparecen juntos ambos tipos en determinada zona – por ejemplo simulando un árbol, en el cual el tronco sería una varícula que alimenta a las ramas que son las telangiectasias – pero también se pueden presentar por separado. En realidad, a pesar de su aspecto distinto, no hay mucha diferencia entre ellas en cuanto a su comportamiento, aunque los tratamientos para eliminarlas sí son diferentes.

¿Tienen relación con las varices?

En general NO. Las varices son venas “grandes”, que se desarrollan a partir del Sistema Venoso Superficial, y por lo tanto están ubicadas debajo de la piel. Las arañas vasculares se producen a partir de los capilares, de manera que se encuentran dentro de la piel. Son, por tanto, vasos sanguíneos distintos que además se hallan en sitios diferentes.

Varices
Varices

El hecho de padecer varices no predispone a tener arañas vasculares. Del mismo modo el hecho de tener arañas vasculares no condiciona el que aparezcan varices.

La única relación que les podemos atribuir – desde el punto de vista práctico – es la siguiente: si una persona tiene a la vez varices y arañas vasculares en la misma extremidad y se las quiere tratar, el orden en el que se debe hacer es SIEMPRE desde el vaso sanguíneo más grande al más pequeño, es decir: primero las varices, luego las varículas y por último las telangiectasias.

¿Y esto por qué? Bueno, todas las venas y capilares de la extremidad están interconectados formando una extensa red. Si una (o varias) venas están dilatadas y se han convertido en varices, la presión venosa está aumentada dentro de ellas, y se traslada a todos los integrantes de esa red. Si existen varices o insuficiencia venosa y tratamos de eliminar las arañas sin haber solucionado previamente las primeras, estamos intentando cerrar un capilar en cuyo interior la presión está aumentada, por tanto la probabilidad de tener éxito será menor, y la probabilidad de una recidiva (o sea, que vuelvan a aparecer) será mayor. Además, la probabilidad de causar determinados efectos adversos (como la flebitis de una variz, trombosis, pigmentación de la piel, etc) podrían ser mayores de lo habitual si no seguimos el orden correcto.

¿Qué consecuencias tienen las arañas vasculares?

En este punto existe multitud de información dudosa, errónea o intencionadamente confusa. Vamos a intentar aclarar algunos detalles sobre las arañas vasculares verdaderamente importantes:

  • Las arañas vasculares NUNCA son causa de ningún síntoma: ni dolor, ni pesadez, ni edema. Nada. Simplemente son demasiado pequeñas como para estar provocando nada. Incluso aunque parezca que duelan. Si existe algún síntoma en la extremidad hay que buscar otra causa (una verdadera insuficiencia venosa, problemas musculares, ciáticas, problemas de huesos o articulaciones…), pero consecuencia de las arañas seguro que no es.
  • Las arañas vasculares NUNCA crecerán hasta convertirse en varices: hemos explicado antes que son vasos sanguíneos diferentes que están localizados en distinto sitio, es imposible que crezcan y además que cambien de ubicación. Esto jamás ocurre.
  • Las arañas vasculares NUNCA darán ninguna complicación, ni son peligrosas, ni pueden ocasionar jamás ningún problema de salud. La única excepción (y es poco frecuente) son las varículas gruesas (de 2mm) que estén conectadas a una variz que las mantenga con una presión alta y que además sobresalgan mucho de la piel: en este caso un golpe o un mal roce las podría romper y hacerlas sangrar, pero es un problema menor (una venita de ese tamaño poco puede sangrar y con un poco de compresión se soluciona).

Entonces, ¿cuál es el problema de las arañas vasculares?

Exclusivamente uno: el estético. Son feas, y nada más.

ESCLEROTERAPIA PARA ARAÑAS VASCULARES

Hemos distinguido dos tipos de arañas, las varículas (más gruesas aunque siempre menores de 2mm, y de color verde-azulado) y las telangiectasias (muy finas y de color rojo vinoso). Las varículas se pueden eliminar con eficacia y seguridad mediante escleroterapia. Las telangiectasias, que son mucho más finas (tanto que en ocasiones son más pequeñas todavía que la aguja para pinchar escleroterapia, y por lo tanto no se pueden inyectar), se pueden eliminar mediante láser (este es un tratamiento que se debe realizar al final de todo, cuando ya se ha terminado todo el tratamiento con escleroterapia, y que no vamos a tratar en este artículo por razones de extensión).

La escleroterapia consiste en la inyección de un fármaco irritante en el interior de la varícula y la aplicación de compresión externa (media compresiva) a continuación para conseguir que se cierre. Este punto es muy importante, puesto que la correcta terapia compresiva nos aumenta la probabilidad de éxito y nos disminuye la de aparición de efectos secundarios.

La inyección ha de ser prácticamente indolora (como la picadura de un mosquito, como mucho); si molesta mucho hay que avisar de inmediato al médico porque es probable que no se esté inyectando donde se debería.

El medicamento que se inyecta suele ser Polidocanol, Tetradecyl Sulfato de Sodio o incluso Glicerina Cromada, siendo el primero el más utilizado en España. Nosotros empleamos el Polidocanol porque es al que le vemos una mejor relación eficacia / molestia al inyectar / efectos secundarios.

La inyección del medicamento en el interior de la venita provoca un efecto detergente, dañando de forma irreversible la capa más interna de la misma (llamada “endotelio”). Con el paso de los días-semanas, y ayudado por la presión ejercida por la media compresiva, la mínima inflamación que esto provoca acaba llevando al cuerpo a “pegar” las paredes de la venita mediante una fibrosis, lo cual en la práctica es una micro-cicatriz que hace que la venita tratada desaparezca a la vista.

Cuando la venita se cierra, nos interesa que ocurra estando vacía, sin sangre en su interior (cosa que favorecemos al comprimirla). Si la varícula se ocluye llena (atrapando sangre dentro) el organismo se encargará de disolverla y eliminarla, pero este proceso puede dejar una pigmentación de color ocre en esa zona de la piel. Estas pigmentaciones ocurren por depósito de sales de hierro (procedentes de los glóbulos rojos de la sangre al ser disueltos) en la dermis: exactamente lo mismo que se hace a propósito al dibujar un tatuaje. Por lo tanto estas manchas se comportan como los tatuajes: tardan muchísimo en eliminarse (si acaso lo llegar a hacer, porque no siempre llegan a marcharse por completo). Por eso es tan importante el uso adecuado de la compresión elástica.

Imagen de antes y después de escleroterapia

La escleroterapia suele tener un resultado razonablemente bueno en conseguir eliminar las varículas tratadas (los resultados son variables dependiendo del fármaco empleado, la aplicación de compresión elástica, la experiencia del médico que la realiza y las características propias del paciente), aunque a veces puede ser necesario realizarla repetidamente porque con una única inyección la vena no desaparezca.

Los efectos secundarios suelen ser poco importantes, aunque este asunto en particular es aconsejable discutirlo con el médico que vaya a realizar el procedimiento porque pueden ser diferentes en función del fármaco que se vaya a utilizar. En general, el que podría ser más grave es la reacción alérgica, riesgo que está presente en cualquier medicamento (y en general es muy poco frecuente en los fármacos más utilizados, especialmente el polidocanol, aunque insisto, puede variar según el que vaya a emplearse). El resto de los efectos adversos suelen ser de tipo cosmético, siendo la pigmentación de la piel el más importante, aunque en general son poco frecuentes. Los trataremos con más profundidad más abajo.

Existe un efecto adverso conocido como matting, que mencionaré aquí expresamente por tratarse de un caso especial. Consiste en la aparición de telangiectasias pequeñísimas y muy cortas (1-2 mm de longitud) alrededor de la varícula que se ha esclerosado. No es muy frecuente, pero cuando ocurre es consecuencia de la pequeña inflamación ocasionada por la escleroterapia. Este tipo de pequeñas telagiectasias normalmente desaparecen por sí mismas (al menos en parte) al cabo de varios meses. Otra opción que existe sería eliminarlas mediante láser de tratamiento cutáneo.

LA ESCLEROTERAPIA EN LA PRÁCTICA

Sí, todo esto de la teoría está muy bien pero, ¿cómo es a efectos prácticos?

Imagen de antes de un tratamiento
Antes
Imagen de después de un tratamiento
Después

La escleroterapia es un tratamiento que se realiza por sesiones porque, como hemos mencionado, se lleva a cabo inyectando un fármaco dentro de una vena. Y cuando administramos un fármaco (CUALQUIER fármaco), no podemos nunca inyectar toda la dosis que queramos, ¿verdad? Todos los medicamentos tienen una dosis máxima a partir de la cual pueden resultar tóxicos o peligrosos, especialmente si se inyectan en vena.

Una cantidad que se acepta generalmente como segura cuando inyectamos Polidocanol es la de una ampolla de 2ml por cada 24 horas (como máximo).

Nosotros el tratamiento lo realizamos mediante microespuma de Polidocanol. La microespuma se obtiene mezclando el fármaco (que es líquido) con aire, para obtener una especie de merengue, que es lo que se inyecta durante el tratamiento. Lo hacemos de esta manera por dos motivos:

1.- Se ha demostrado que (curiosamente), la microespuma tiene un efecto mucho más potente para cerrar las venas que el fármaco en líquido tal y como se suministra. Eso significa que conseguimos cerrar de forma exitosa venas más grandes con menos medicamento (y, por lo tanto, menos efectos secundarios).

2.- Los 2 ml de medicamento que podemos emplear como máximo por sesión se convierten en unos 7-8ml de microespuma, lo que significa que podemos tratar más área (o mas varículas) en cada sesión (lo que al final redunda en una necesidad de menos sesiones, y es menos incómodo y más económico para el paciente).

Por cierto, que la cantidad de aire que podemos inyectar de forma endovenosa a una persona también es limitada o podría causar graves problemas. De modo que tenemos una limitación tanto de dosis de medicamento como de aire.

Si en una sola sesión no se pueden tratar todas las venitas, ¿cuándo puedo continuar con la siguiente? Bueno, hemos dicho que la limitación de dosis es por cada 24h, ¿cierto? Pues al cabo de 24 horas podríamos continuar el tratamiento haciendo otra sesión con el mismo máximo de dosis (en una zona que no hayamos tratado todavía).

Una cosa MUY IMPORTANTE a tener en cuenta es que los resultados NO SON INMEDIATOS: los resultados de la escleroterapia comienzan a ser valorables al cabo de 4 a 6 semanas después del tratamiento. Por eso solemos realizar una visita de revisión al cabo de 6-8 semanas, y valorar si el resultado lo damos por definitivo, o es conveniente realizar alguna sesión de retoque.

Imagen de antes de un tratamiento
Antes
Imagen de después de un tratamiento
Después

A efectos prácticos, y para evitar que el paciente está liado durante mucho tiempo con este tratamiento, cuando una persona necesita más de una sesión, nuestro consejo es llevar a cabo todas las sesiones que sean necesarias para completar ambas piernas lo más próximas posible. De esta manera, ambas piernas completas irán pasando esas 6-8 semanas hasta la revisión, y el día de la misma se pueden revisar ambas piernas completas de una sola vez.

¿Y cuántas sesiones voy a necesitar? No lo sé. Ni idea. Va a depender de muchos factores: de la cantidad de venitas que tengas para tratar, de cómo vayan respondiendo al tratamiento (la respuesta puede ser bastante variable de una persona a otra, o incluso de un día a otro siendo el mismo paciente) y de cómo te vayas viendo tú el resultado. Por eso nosotros no vendemos “packs” de sesiones ni nada parecido, porque tratamos pacientes: preferimos que tú vayas viendo cómo te va, y siempre tienes la libertad de decidir dejarlo o continuar.

Imagen de antes de un tratamiento
Antes
Imagen de después de un tratamiento
Después

UN DETALLE MUY IMPORTANTE: durante esas semanas que transcurren desde el tratamiento hasta la revisión, las venitas tratadas van a ir cambiando de color: se pueden poner rojas, o moradas; pueden salir hematomas, que luego se reabsorben, etc. Todo esto es muy entretenido pero NO TIENE NINGUNA IMPORTANCIA. Lo importante es cómo han quedado al cabo de esas 6-8 semanas, y por eso la revisión se hace entonces.

Puede incluso ocurrir que alguna (o varias) de las venas tratadas se vuelvan temporalmente más visibles incluso que antes del tratamiento, y endurecidas al tacto. Si esto ocurre, no hay que asustarse: lo que ha ocurrido es el fenómeno que explicábamos más arriba: la venita, en lugar de cerrarse vacía (que es lo ideal), se ha cerrado atrapando un poco de sangre dentro y ha formado un coagulito. Por eso se hace tan visible y está endurecida. En esta situación no va a ser necesario realizar más tratamientos ni ningún cambio en especial (esto no es peligroso en absoluto), pero tiene dos particularidades: que va a tardar más tiempo en reabsorberse (en lugar de 4-6 semanas, puede tardar 3-4 MESES, o incluso más en algunas personas), y que la posibilidad de pigmentación de la piel en estos casos es algo mayor.

Imagen de un trombito después de un tratamiento
Trombito post-escleroterapia

El hecho de que las varIculas tratadas se cierren vacías (lo ideal) o atrapando un coagulito va a depender en gran medida de lo estricto que se sea usando la media compresiva, y de no realizar esfuerzos o deporte (excepto caminar, que es obligatorio) en los primeros días. Aunque también es cierto que muchas veces, haciéndolo todo correctamente, también nos puede pasar. Si ocurre este fenómeno, sólo hay una solución: tener paciencia, mucha paciencia, hasta que finalmente se resuelva (el cuerpo acaba disolviendo el coagulito y entonces se lleva la venita con él).

Al terminar cada sesión, y antes incluso de levantarte de la camilla, te dejaremos colocada una media compresiva, que vas a tener que utilizar unas 3 semanas (te daremos una prescripción para que puedas traer la marca y modelo exactos que vas a necesitar, no queremos errores). El motivo es que se ha demostrado en diversos estudios que el uso de la media compresiva mejora la eficacia del tratamiento, pero sobre todo reduce la probabilidad y gravedad de los posibles efectos secundarios, y es por eso que la consideramos fundamental (es decir, que sin media no realizamos el tratamiento).

¿CUÁLES SON LOS EFECTOS SECUNDARIOS DE LA ESCLEROTERAPIA?

¡Por fin, el capítulo más esperado por muchos de vosotros!

La escleroterapia, ¿tiene efectos secundarios? La respuesta es: sí, por supuesto.

Yo tenía un profesor de Farmacología en la Facultad de Medicina que solía decir: “Hasta un vaso de agua tiene efectos secundarios”. Y tenía toda la razón: hay muchas personas que se atragantan bebiendo un vaso de agua…

Se considera que la escleroterapia, cuando está bien realizada en manos de un profesional experto es un procedimiento seguro y de bajo riesgo, pero incluso así pueden ocurrir determinados efectos secundarios o complicaciones:

  • La alergia al medicamento (como a cualquier medicamento) es impredecible salvo en los casos en los que ya ha ocurrido (y por eso, como es lógico, si has tenido alguna vez alguna reacción durante o tras un tratamiento de escleroterapia debes avisar a tu médico). La alergia al Polidocanol es bastante rara (mucho menos frecuente que la alergia a la Penicilina o al Nolotil, por citar un par de ejemplos) y, cuando aparece, suele ser leve en forma de ronchas en la piel y picor que se solucionan en pocas horas o días. Las reacciones alérgicas graves son muy raras.
  • La pigmentación de la piel: es el efecto secundario más frecuente de la escleroterapia, por lo que vamos a dedicarle un apartado específico más adelante.
  • El matting, explicado más arriba en este mismo artículo, que consiste en la aparición de pequeñas telangiectasias alrededor de la venita tratada.
  • Necrosis de la piel o incluso de los tejidos subcutáneos: es extremadamente poco frecuente si el médico ha realizado la técnica correctamente, aunque la probabilidad aumenta mucho si la técnica la realiza personal no experto.
  • Flebitis (desarrollo de un trombo en una vena superficial): es poco frecuente si la técnica está bien realizada, si el paciente usa la media elástica correctamente y si sale a caminar y lleva vida activa. Es poco peligrosa, aunque puede ser muy dolorosa. Ante la sospecha, se consulta inmediatamente al médico, y se pone tratamiento para solucionarla.
  • Trombosis Venosa Profunda (desarrollo de un trombo en una vena profunda): esta es una situación potencialmente mucho más grave que la anterior, y todavía es más raro que ocurra SIEMPRE QUE LA TÉCNICA HAYA SIDO BIEN REALIZADA (entre otras razones, por eso hay que realizar un estudio ECO-Doppler previamente, y que la técnica la lleve a cabo un profesional experimentado). El uso de las medias elásticas de la forma prescrita, caminar y llevar una vida activa son factores que protegen de forma muy eficaz contra esta posibilidad.

En general, la mayoría de posibles efectos secundarios o complicaciones está relacionado con una mala técnica de inyección (por eso es tan importante la experiencia del médico que realiza el tratamiento, que conozca las zonas “prohibidas” donde no se debe inyectar, el estudio previo, etc, etc). Sin embargo, el más frecuente de los efectos secundarios, la PIGMENTACIÓN de la piel, es impredecible y además puede aparecer aunque se hayan hecho todas las cosas a la perfección, tanto por parte del médico como por parte del paciente.

LA PIGMENTACIÓN POSTESCLEROTERAPIA

Es la aparición de una mancha en la piel, de color marrón-ocre, que sigue el trayecto de una o varias de las venas que se han tratado. En ocasiones la coloración es de poca intensidad, pero en otras acaba siendo muy visible, incluso después de que la vena tratada se haya marchado reabsorbida por completo.

Imagen de pigmentación post-escleroterapia
Pigmentación post-escleroterapia

La pigmentación parece estar influenciada por determinados factores genéticos, y por lo tanto sólo es predecible cuando a una persona ya le ha ocurrido con anterioridad, o bien cuando se sabe que al sufrir un hematoma, no lo reabsorbe por completo y queda algo de marca (el fenómeno es similar, por una degradación química incompleta de la hemoglobina de los glóbulos rojos del hematoma, y por lo tanto es más probable que también haya pigmentación en caso de tratamiento mediante escleroterapia). También puede ser más probable si el paciente ha manifestado anteriormente casos de cicatrices (de heridas casuales o quirúrgicas) que hayan quedado pigmentadas. En todos estos casos hay que advertir al médico antes de realizar el tratamiento, para que pueda aconsejarte si es conveniente seguir adelante con él.

Un factor que influye mucho sobre la posibilidad de pigmentación es la exposición al sol, por eso se desaconseja realizar este tratamiento en verano. De hecho, no acaba de estar claro si la responsable es solo la exposición solar directa, porque hay otros dos factores que podrían estar influyendo:

1.- Los rayos de sol pueden atravesar la ropa, especialmente los tejidos más finos y más frescos que solemos usar en verano (lino, algodón, etc), de modo que esto no da realmente una protección contra la acción del sol ni, por lo tanto, contra la pigmentación.

2.- Podría ser que también hubiese otro factor relacionado, como es la síntesis de melanina y su regulación por otras hormonas (MSH u hormona melanoestimulante, y melatonina), que el cuerpo fabrica en función de la percepción de las horas de luz. En verano, como el ojo percibe más horas de luz, una parte de nuestro cerebro llamada hipotálamo-hipófisis adecúa su síntesis de hormona MSH (y otros mecanismos reguladores, que intervienen además en el ciclo vigilia-sueño, reproductor, etc). Y es posible (aunque todavía no está definitivamente demostrado) que esto aumente la predisposición a la fabricación de melanina en la piel (el pigmento que nos vuelve morenos), y que eso también sea un factor que aumente las posibilidades de desarrollar pigmentaciones tras las escleroterapia, aunque el sol no nos haya dado directamente sobre las piernas tratadas.

A efectos prácticos, nosotros desaconsejamos llevar las piernas descubiertas (incluso simplemente caminar por la calle llevando pantalón corto) durante los DOS MESES posteriores al tratamiento con escleroterapia. Eso supone que, para pacientes que vayan a estar por nuestras latitudes, terminamos de realizar estos tratamientos a mediados de abril (habría que evitar cualquier exposición al sol hasta mediados de junio, hemos dicho que son dos meses) y los volvemos a retomar hacia finales de septiembre.

Por supuesto, si piensas viajar a destinos tropicales durante nuestro otoño o invierno, donde vas a llevar ropa corta y te puede dar el sol, tenlo en cuenta porque en los dos meses anteriores al viaje no debemos realizar este tratamiento.

¿Se puede prevenir la pigmentación?

Desgraciadamente, en muchas ocasiones no se puede prevenir. Es decir, que haciéndolo todo bien (tanto por parte del médico como por parte del paciente siguiendo al pie de la letra todas las indicaciones), incluso así puede ocurrir. Pero hay dos cosas fundamentales que sí puedes hacer para reducir mucho la probabilidad de que te aparezca pigmentación:

1.- Evitar la exposición al sol o realizar el tratamiento en verano o justo antes del verano (como hemos explicado más arriba).

2.- Utilizar correctamente las medias elásticas de forma estricta, tal y como te aconsejó tu médico. En nuestro caso, colocamos la media justo al terminar la sesión y recomendamos mantenerla sin quitarla para nada durante las primeras 24 horas o algo más (hasta la hora de dormir del día siguiente), y a partir de ese momento, colocarlas antes de levantarse de la cama, llevarlas durante todo el día, y quitarlas justo cuando volvemos a dormir (durante 3 semanas), con la excepción del mínimo momento necesario para la ducha.

Las medias compresivas, bien utilizadas, protegen de forma bastante eficaz contra la mayoría de efectos secundarios descritos más arriba, y reducen bastante (aunque no del todo) la probabilidad de desarrollar pigmentación.

De todo lo expuesto se deduce algo muy importante que quiero te quede bien claro: NO SE PUEDE GARANTIZAR NINGÚN RESULTADO COSMÉTICO CONCRETO, como todo en Medicina, ya que hay factores que escapan a nuestro control, y NO SE PUEDE GARANTIZAR QUE NO VAYA A APARECER PIGMENTACIÓN POSTESCLEROTERAPIA. Si quieres que llevemos a cabo este tratamiento, nosotros vamos a hacer todo lo posible para minimizar esta probabilidad, pero tú debes asumir la posibilidad de ocurra a pesar de todo, a tu propio riesgo.

Y, dicho esto, ¿qué ocurre si me aparece pigmentación?

Bueno, después de lo alarmante que esto pueda haber parecido, la realidad es que la mayor parte de las pigmentaciones acabarán desapareciendo por sí solas. Eso sí, con el tiempo.

Se estima que alrededor del 80% de las personas que han presentado pigmentación, ésta acaba desapareciendo espontáneamente (completa o parcialmente) al cabo de 1 año. Esto significa que hasta el 20% de personas con pigmentación no la reabsorben del todo al cabo de un año y puede quedar “permanente”.

Imagen de pigmentación post-escleroterapia
Pigmentación post-escleroterapia

Si aparece pigmentación, hay que evitar la exposición al sol con cremas de filtro solar factor 50+, porque las zonas pigmentadas tienden a captar todavía más color, y puede ayudar a fijarlas.

¿Se puede eliminar la pigmentación?

La buena noticia es que SÍ. Existen algunos tratamientos mediante Luz Pulsada (IPL – VPL) que, en manos expertas, han obtenido muy buenos resultados en la eliminación de pigmentaciones postescleroterapia. Los utilizamos como último recurso en los casos en que, pasado un tiempo prudencial, veamos que la pigmentación no desaparece por sí misma.

PRECAUCIONES ESPECIALES

Aunque, en general, la escleroterapia es un tratamiento sencillo y de bajo riesgo, existen determinadas ocasiones en las que hay que tener precauciones especiales (o, directamente, no realizar este tratamiento):

  • Embarazo: no se ha demostrado que la inyección de estos medicamentos no pueda causar un efecto perjudicial sobre el feto, de modo que hay que evitarlos. Además, durante el embarazo lo más probable es que vayan saliendo más varices y arañas vasculares, y que después del parto al menos una parte de ellas desaparezca espontáneamente, de modo que realizar este tratamiento sería inútil. Por último, teniendo en cuenta que el fin es exclusivamente estético y no para tratar una enfermedad, se puede demorar y programar con tranquilidad fuera de un embarazo. De manera que, si crees que podrías estar embarazada, por favor, informa inmediatamente a tu médico para cancelar este tratamiento.
  • Lactancia: de manera similar, no se ha demostrado que estos medicamentos no puedan pasar al bebé a través de la leche materna y causar algún perjuicio. Nuevamente, al ser un tratamiento con fines puramente estéticos, se puede postponer sin problema, de modo que, si estás dando el pecho, por favor, informa inmediatamente a tu médico para cancelar este tratamiento.
  • Vuelos: como en todos los tratamientos relacionados con varices, está desaconsejado volar en los 15 días posteriores al tratamiento, porque podría aumentar las posibilidades de desarrollar una Trombosis Venosa. Si tienes previsto algún vuelo, por favor infórmanos inmediatamente para reprogramar el tratamiento.
  • Inmovilización: para poder llevar a cabo el tratamiento de escleroterapia con eficacia y seguridad, necesitamos que el paciente esté en condiciones de caminar y movilizarse con normalidad. Una persona con dificultades en la movilidad o con una inmovilización total o parcial (por ejemplo, una escayola o una férula) está bajo un riesgo aumentado de potenciales complicaciones (especialmente flebitis y trombosis venosa), por lo que está desaconsejado este tratamiento.
  • Tratamientos anticonceptivos y similares (hormonales sustitutivos de menopausia, oncológicos, etc): desde hace muchos años sabemos que esta clase de tratamientos provocan que salgan más arañas vasculares y más deprisa, por lo que convierte en un tanto inútil el tratarlas (las quitaremos por una parte, pero el tratamiento hormonal provocará que pronto salgan nuevas). Pero, además, recientes estudios parecen apuntar que las personas que están tomando este tipo de tratamientos hormonales y se les realiza un tratamiento mediante escleroterapia, podrían tener un mayor riesgo de presentar efectos adversos graves, como flebitis y trombosis venosa, por lo que las Guías Internacionales de Flebología ya están empezando a aconsejar retirar este tipo de tratamientos antes de realizar la escleroterapia.
  • Edad: como de costumbre, muchos riesgos y efectos adversos aumentan con la edad. En el caso de la escleroterapia, al menos los riesgos de flebitis y trombosis venosa está claro que aumentan con la edad, por lo que tu médico debe valorar caso a caso, a partir de los 65-70 años, si la relación riesgo/beneficio es favorable o es mejor no llevar a cabo este tratamiento.